domingo, 12 de octubre de 2014

39.- Geografía e historia reciente del dolor en España II.


¿Cómo interpretar el creciente interés de los españoles por el dolor?

De 2004 a 2014 las búsquedas de dolor (línea azul) se han multiplicado por tres pasando de una frecuencia similar a la de enfermedad (línea amarilla) a de la salud (línea roja). La salud y la enfermedad guardan una correspondencia al bienestar (línea verde) y malestar (línea morada) aunque estas términos son mucho menos frecuentes. 



En cuanto a la distribución geográfica de la salud y la enfermedad, de nuevo asoma una ligera tendencia a la diferencia entre la España atlántica y la mediterránea, pero es entre los términos bienestar/malestar donde se aprecia de forma nítida la diferencia cultural entre el norte y el sur de España.


Así pues, aumenta el interés por el dolor mientras permanecen estables el marco de salud/enfermedad dentro del cual se mueve el dolor. Así,  la cuestión sigue en el aire. ¿Acaso el dolor era antes entendido como una manifestación de la enferemedad y ahora lo es de la salud? ¿O será que este creciente dolor es más espiritual que corporal?  

Desde luego, como podéis ver abajo, ni la evolución de las búsquedas del dolor ni su reparto geográfico parecen coincidir el de otros posibles sinónimos o supuestos relacionados con el dolor. Abajo, junto al dolor (en azul), podéis ver la evolución de: mal (en rojo); miedo (en amarillo); pena (verde) y sufrimiento (morado); Y aunque ninguno de estos términos nos ayuda mucho a descubrir las razones del creciente interés por el dolor, sí que se muestran sorprendentemente tópicos en su reparto geográfico, al mostrar que los gallegos sufren más de pena que el resto de los españoles y los andaluces de miedo. 


Las búsquedas de dolor (azul) tienen una aparente relación (R2>0,83) con las de médico (roja), aunque no con doctor (amarilla), y menos aún con terapia  (verde) o rehabilitación (morada), por lo que más bien parece ser una relación espúrea. La sesgada zonalidad geográfica de las búsquedas de médico, mayoritarias en Anadalucía, refuerzan esta posibilidad: las búsquedas de dolor y médico muestran una misma tendencia al alza, pero no se explican 



De hecho, si atendemos al comportamiento de las series de datos para el último año, la correlación entre dolor (azul) y médico (roja) se pierde y emerge una nueva entre médico y salud (amarilla), extensible, aunque de forma más débil a doctor (verde).


Esta relación se clarifica cuando se acorta el plazo de las series temporales.

Las búsquedas de médico (roja) salud (amarillo) y doctor (verde) presentan un ciclo semanal con máximo en lunes y un mínimo en sábado, mientras que el ciclo del dolor (azul), mucho más suave e irregular tiene su mínimo el viernes y su máximo el domingo.  

Así pues, el incremento sostenido de las búsquedas de dolor en los últimos diez años no responde a un mayor interés general por la salud o la enfermedad, por la ciencia médica o a un especial decaimiento del estado de ánimo. Son, a lo que parece, búsquedas de la palabra "dolor" con una finalidad concreta que en más de la mitad de los casos van acompañadas de una palabra referente a una parte del cuerpo, un sexto de las veces por cabeza y un tercio por dolores  que afcetan a la cabeza, de espalda, de estómago o pecho. 

Atendiendo al ciclo semanal medio de búsquedas de dolor en Google, con su aumento en fin de semana, su máximo dominical y su lento decaer de lunes a viernes -cuando funcionan los ambulatorios y hospitales- los españoles intentamos informarnos por nuestros medios de aquello que nos duele por medios alternativos a los tradicionales, es decir, los médicos y el sistema de salud pública, cada día más congestionado. 

Es, en definitiva, otro hágalo usted mismo.



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