miércoles, 22 de enero de 2020

173. Cuándo termina la crisis que no acaba?

La entradilla anterior de este blog fue sobre la crisis de los G-J y su encaje en la crisis general de Francia y de la propia Europa. Como las Matrioskas rusas, cada crisis lleva en su seno otras muchas.
 
En nuestra particular matrioska española más destacado del momento es la profunda disociación en las valoraciones de la situación política y económica. Hace año y medio, con el 1er gobierno de Sánchez expuse la situación. Pero mejor, resumo:




La crisis se manifiesta por la disociación entre situación advertida y expectativas. La brecha abierta desde 2008 da la medida de la crisis, y como veis llegó a su máximo en 2015, cerrándose desde entonces. Sin embargo, a diciembre de 2019 solo la brecha de (in-) satisfacción económica se ha cerrado (toma valor próximo a 0), mientras la política sigue abierta. 



La cuestión es que, al contrario que las situaciones política y económica, a largo plazo las expectativas política y económica son más estables y no pueden separarse, de modo que la propia mejora de la situación económica tirará hacia arriba de la expectativa política, manteniendo alta la insatisfacción política. En último término, la mala situación política podría terminar por contagiar a la económica. (Fue la situación económica la que tiró -hacia abajo- en una primera fase de la política, pero no parece que ahora sea capaz de auparla).




En definitiva, si este nuevo 'gobierno de progreso' y tal.. quiere durar cuatro años, en los próximos meses deberíamos ver una mejora sostenida en la situación política. Los barómetros CIS de enero y febrero serán determinantes porque nos dirán cómo valoran de entrada los españoles este gobierno y si lo consideran o no un avance. Es decir, nos dirán si el cambio de gobierno se basta para transmitir una imagen de 'cambio'. En cualquier caso, si como los anteriores de Rajoy, este gobierno  progresista se lo juega todo a la carta económica y no hace cambios políticos en serio como dije en 2018, haciendo ver que las cosas cambian de verdad***, fracasará y un año la matrioska gubernamental se abrirá en dos para alumbrar una nueva matrioska; o sea, una nueva crisis..

[***Y aún en este caso, no creo capaz de hacer ese cambio sin una nueva llamada a las urnas, así que...]

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