viernes, 22 de mayo de 2015

64.Geografía de un dinosaurio político en extinción: el bipartidismo

De modo muy, muy breve, hago una reseña del fin al bipartidismo.




En los seis primeros meses de gobierno de Mariano Rajoy, el PP había perdido ocho puntos. Eran los recortes, pero sobre todo el desencanto tras el subidón de esperanza de muchos que creyeron las mentiras del PP y sintieron el desprecio de su Gobierno de plasma. Esos ocho puntos eran dos millones de votantes a restar de los once que Mariano consiguió en 2008 y 2011. El PP volvía a los nueve millones que tanto le dolieron en 2004. En seis meses el PP perdió los votantes más críticos del centro político.  


Esos dos millones decidían si gobernaba el PP o el PSOE en los buenos tiempos del bipartidismo, pero ahora no había motivo de alarma. Esta vez esos dos millones no regresaban al PSOE sino que se perdían en la papelera de la abstención. Al PP le iba mal, pero al PSOE de Rubalcaba le iba peor y ya estaba por los siete millones de votos. Así que el PP perdía dos millones de votos pero seguía sacando otros tantos al PSOE y quedaba toda una legislatura para recuperar los votos perdidos. O eso pensaban. 

Pero lo que comenzó a partir del verano de 2012 fue un desgaste sin tregua. El rescatín del que tan ufanos quedaron Mariano y su tropa no devolvió las aguas a su cauce. La prima bajaba pero el PP seguía cuesta abajo. Se confirmaba una fuga de votantes de 0,9 puntos por trimestre (R2: 0,88). Continuaban los recortes y el paro creciente. Mariano confió en el cambio de tendencia con el calentón económico. Viene la recuperación, decía, pero lo que vino fue Bárcenas y el calvario de la corrupción que no afloja. Hasta hoy.  


En sus desmemorias biográficas, Rajoy apenas dedica unos párrafos a la naturaleza táctica de la lucha política. Ninguna teoría y tampoco reflexión. Eso no va con él. Tan solo cuenta el chiste de los dos exploradores amenazados por un león en medio de la sabana. A la vista del felino, uno de ellos se pone unas deportivas. El otro le pregunta por qué, si de todas formas el león corre más que cualquier persona, a lo que responde: no quiero correr más que el león, sino más que tú.

Ahí tenéis a Mariano, tranquilísimo desde hace tres años porque sigue corriendo más que el PSOE. Decididamente, es imbécil. 

El PPSOE está ahora por debajo del 50 % de intención de voto y nada en el horizonte señala que la constante tendencia de desgaste que sufre desde hace al menos cuatro años vaya a cambiar. En el tercer trimestre, en las próximas generales, estarán por debajo del 45 % y habrán perdido al hegemonía. Será el fin. 

Y mientras tanto Podemos y Ciudadanos se llenan de lo que PPSOE van perdiendo. Según las últimas encuestas encuestas de abril y mayo, Podemos y Ciudadanos suman del 20 % de intención de voto en Extremadura al 36 % en Madrid. Una simple correlación con la población en ciudades de más de 50.000 habitantes explica el 59 % de las diferencias entre unas y otras autonomía.


PPSOE se atrinchera en el campo y en los pueblos, pero el poder está en las ciudades. Y hay que recordar que la II República salió de unas municipales. Muy similares a estas. No dejará el país Mariano Rajoy. No irá al exilio. Quizá vaya a la cárcel. 

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