83. Morir es lo más natural a partir de los 42.

Trasteando en Inebase para la entrada anterior, no pude evitar preguntarme si queda en España algún rastro de la estacionalidad que regulaba el ciclo natural de concepción/nacimientos y que hacía que más niños naciesen en invierno, nueve meses después de la primavera anterior. La mecánica de este ciclo natural se suponía regulada por una respuesta hormonal a las luz. 

Pues bien, de eseviejo  ciclo no queda ni rastro, sustuido por un nuevo patrón caracterizado por un notorio máximo de nacimientos en el mes de septiembre y que se está generalizando en muchos lugares del mundo. 

Según algunos estudios sociológicos, el máximo de septiembre está ligado al aumento las concepciones indeseadas o no planificadas durante las Navidades, así que mucho cambio de fechas pero seguimos en la íntima y eterna relación entre fiesta y sexo que hace un siglo repercutía un aumento de la natalidad nueve meses después de la celebración de ferias agrícolas.  

De todas formas, el registro de nacimientos mesuales de 2014 parece dibujar la forma de un ciclo anual con máximo en otoño, lo que exige una explicación añadida  a la simple relación fiesta y sexo navideño para extenderla a los meses de noviembre a enero. En mi opinión, de nuevo hay una relación con la luz solar, pero esta vez inversa, y para ilustrarlo os pongo este gráfico con los meses con más partos según la edad de la madre (azul oscuro) y menos (azul claro). 

Mes de 2014 con más nacimientos (azul oscuro) y con menos (azul claro) según edad de la madre. Datos: INE.

Me parece que está claro. La Navidad manda es el perído de mayor fecundidad en mujeres de 18 a 41 años, que paren nueve meses después, es decir, entre septiembre y octubre. Los meses de mínimos partos son febrero y mayo, que corresponde a menores concepciones en mayo y agosto, lo que nos dice que, a pesar de las apariencias, la fiesta de agosto no es fecunda. 

No le doy más vueltas. Mi particular interpretación es que en invierno la gente está más en casa y menos en la calle. Para las menores de 18, el patrón es tan imprevisible como su vida sexual y para las de 42 o más -se supone que cada vez con mayores dificultades para quedarse embarazadas- la mayor actividad hormonal de primavera vuelva a ser un factor decisivo, y por eso los máximos de concepciones en diciembre/enero se desplazan hasta marzo. Por último, para las mayores de 49, lo más determinante será las fechas de tratamiento de Ginecología y/o el puro azar, imagino. 

Las muertes. 

Con la muerte la naturaleza sigue mandando: los españoles se mueren más en invierno que en verano.

Visto mes a mes y por edades, la perspectiva es más informativa. Terriblemente informativa para algunos. ¿Lo veis?

Mes de 2014 con más fallecidos (morado) y menos (rosa claro) por edad fallecimiento. Datos INE.

De nuevo la fatídica edad de los 42 señala un cambio decisivo en el patrón de fallecimientos. Los accidentes, que en las primeras décadas de vida son la primera causa de muertes, dejan de señalar máximos mortales en verano, y los meses invernales, especialmente enero, se convierten año tras año en los más mortales. Como el grueso de muertes tiene lugar en la vejez, este patrón es el que se evidencia en el cuadro general, en el que apenas se adivinan los máximos de muertes accidentales y veraniegas de los menores de cuarenta y dos. 

A partir de la 94 años, ni siquiera el verano es ya motivo de tranquilidad, y los meses de más y menos muertes se acercan hasta cruzarse en la bíblica edad de 105 años, al edad a la que Set engendró a Enós. Tremenda señal, este cruce fatídico. 

¿Cuándo empezamos a morir? ¿Cuando comienza la vejez? A los 42. 

42 años es la edad que los romanos señalaron como mínima para acceder al mayor rango de la República, la de Consul. 

No sabían nada, los romanos.