Un corto y último apunte sobre las generaciones literarias...
El concepto de generación literaria de la segunda mitad XIX encontró aplicación con la generación del 98. El invento, como todo el mundo sabe, lo sistematizó y popularizó Ortega y Gasset, que muy hábil, construyó su propio sitio en continuidad/oposición a la generación anterior.
[De nuevo, la estrecha relación entre estos 'literatos' y la política.]
Y por encima de todo esto, una generación, acaso la primera, que no ha negociado nunca con los tópicos del patriotismo, y que como tuve ocasión de escribir no hace mucho al escuchar la palabra España no recuerda ni a Calderón ni a Lepanto, no piensa en las victorias de la Cruz, no suscita esa imagen de un cielo azul y bajo él un esplendor, sino que méramente siente, y esto que siente es dolor.
Ortega y Gasset, Vieja y Nueva Política. 23/3/2014
Al parecer, Azorín, que había escrito en 1910 algo de 'Dos generaciones' picó el anzuelo de Gasset y asumió la etiqueta de generación del 98. De este modo, entre unos y otros, la generación del 98 hizo fortuna. Google Books localiza ese mismo 1914 la primera cita de la generación del 98 en A lo lejos: España vista desde América. Y en 1915, el volumen 3 de la revista ilustrada Bética atribuía ya a Gasset la primacía de la nueva generación post-98, aún sin nombre, pero bien posicionados políticamente, identificados como aliadófilos.
Ngram muestra el fulgurante éxito que ya en 1916 alcanza la etiqueta de generación del 98. Entre 1916 y 1940, `generación del 98' y 'generación literaria' vienen a ser la misma cosa.
No me extiendo. Lo que ocurre a partir de 1940 es que 'la generación del 98' se convierte en un icono cultural y se multiplican las referencias, claramente instrumentalizada por el régimen de Franco.
Las referencias a la 'generación del 27' son muy posteriores; comienzan a finales de los 50s (con los concordatos, el aperturismo y el desarrollismo y la 'generación de los 50') y sobrepasan en número a las referencias de 'generación literaria' en 1975, justo cuando se derrumba la generación del 98. Como resultado, ambas quedan igualadas. Es el pacto 'de iguales' entre el franquismo y la democracia .
A mi parecer, que cien años después la generación del 98 siga siendo el principal referente literario español dice mucho del tipo de 'intelectualidad' carca que se describe en La Desfachatez intelectual, de Sánchez Cuenca o España: en busca de un relato, de Manuel Artime.
En fin, con el pacto atado y bien atado de la Santa Transición y el simpático equilibrio entre las generaciones del 98 y del 27, no quedó sitio para más. Incapaz de ser referente de nada nuevo, la 'generación de los 50' quedó subordinada y no te digo la perdidísima 'generación X'.
(La verdad, como decía la canción, a la generación X (literaria) la mataron en la cuna tanto la vieja política como el vídeo, aquel que también mató a la estrella de la radio.)
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